21 agosto 2014


LA QUEJA 

___________________________________



__________________________________  

               ¿Alguna vez te han tildado de quejoso? ¿Alguna vez (o más de una vez) te has sorprendido a ti mismo quejándote de ti, de tu vida, de otros o lamentándote por lo que no tienes? Creo que más de una vez nos ha pasado que viene a nosotros un incontrolable deseo de “quejarnos” de todo y de todos. 

             Es completamente humano sentirse triste, sentir angustia, sentir dolor, sentir pena, es decir “sentir” es completamente humano. Entonces, por qué no aprender a utilizar todas esas emociones que no nos gustan para mejorar. Pues para eso sí sirve la queja. Muchas veces no sabemos el por qué de nuestro comportamiento, no entendemos ese malhumor o sensación de tristeza (o todo junto) que nos invade. Puede que no nos hemos dado el tiempo de entendernos.

Qué hacer:

  • Date un tiempo para entenderte. Y así formular una lluvia de ideas. En este caso son las quejas. Tómate un tiempo para ti mismo, para quejarte de todo aquello que desees, de todo aquello que salga de ti, desde lo más profundo, eso que cuando sale (aún como queja) a veces duele un poco o se quiere quedar atascado al medio de la garganta.
  • Ten paciencia. Contigo y con los otros. Los cambios no son fáciles, reconocer tus emociones no significa que eso sea una fórmula mágica para cambiar o mejorar… Eso toma tiempo y sólo dependerá de ti. Así que no desesperes. Si te tomó más o menos 20 o años ser como eres no esperes cambiar lo que no te gusta en menos de un día.
  • Apunta. Toma nota de todas esas quejas. En ellas está la respuesta a tu emoción, al por qué de tu malhumor, al por qué de tu sensación de tristeza.
  • Reconoce. Aquella queja que más duele, suele ser la razón de nuestro sentir. Y como casi siempre viene disfrazada de queja, como que es culpa de otros… Pero, ¿será verdad? 
  • Responsabilízate. Los únicos responsables de nuestras vidas somos nosotros mismos. Aún cuando otros nos digan qué hacer, somos nosotros los que decidimos seguir o no esas indicaciones. No es bonito reconocer que nos equivocamos, pero al mismo tiempo si nos responsabilizamos por nuestras acciones y las hacemos nuestras entonces tendremos la capacidad para cambiar y mejorar. No se puede cambiar lo que no está bajo nuestro control.
  • Aprende. Si ya sabes qué es eso que tanto te molesta, no lo vuelvas a repetir. Intenta mejorar cada día.
                  En resumen, proponemos utilizar la queja como un medio para sacar todo aquello que te incomoda desde lo más profundo de tu ser, con la finalidad de “hacer espacio” para algo más positivo. Liberarnos de lo que nos incomoda, nos entristece, así como la frustración por no tener lo que deseamos o por no creernos capaces de alcanzar lo anhelado, nos ayuda a enfocarnos en lo que sí tenemos y/o en lo que sí somos capaces de tener.

                Es decir, el poder despojarnos de la búsqueda de una utopía nos ayuda a modificar lo existente y mejorar. Entonces ¿La queja nos puede ayudar?… ¡Si! Nos puede ayudar, si la utilizamos como una señal que nos da nuestras emociones de que hay algo que podemos mejorar o cambiar en nuestra vida. La diferencia si ayuda o nos limita la hacemos nosotros mismos. Si esperamos que todo se solucione de una forma “mágica” o que otros nos lo solucione, solo estamos limitando nuestro crecimiento y generando una actitud inconforme y negativa ante lo que nos toca vivir. 

                   Sin embargo si hacemos las paces con nuestras quejas, las identificamos y nos autoanalizamos, aseguramos nuestro crecimiento debido a que estamos tomando acción frente a los problemas y esto tendrá como resultado una actitud positiva y alerta a nuevas oportunidades.

" El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie;
 el realista ajusta las velas." 
 William George Ward

13 mayo 2014

De La Frustración & Otros Demonios...

     La frustración es algo difícil de tolerar para algunas personas, pero para poder entender mejor a cerca de la misma, primero definamos algunos conceptos.


Frustración: Del latín frustratĭo, la frustración es la acción y efecto de frustrar (dejar sin efecto o malograr un intento). Se trata de un sentimiento desagradable que se produce cuando las expectativas de una persona no se ven satisfechas al no poder conseguir lo pretendido.
 
Emociones funcionales: o racionales,  son aquellas que nos ayudan a desarrollarnos y generan a su vez conductas funcionales. 

Emociones disfuncionales: o irracionales, son aquellas emociones que no nos ayudan a alcanzar nuestros objetivos y generan conductas disfuncionales.


     Bajo estos conceptos definidos podemos decir que, cuando reaccionamos de forma disfuncional debido a que nos sentimos frustrados, no estamos reaccionando de esa manera por la frustración en sí, si no, debido a que  nuestra tolerancia a la frustración es baja.


    Todos hemos experimentado y experimentamos frustración, debido a diferentes motivos, desde los más mínimos (como por ejemplo cuando no nos sale un dibujo) hasta los más complejos (por ejemplo cuando un proyecto de meses se ve truncado por situaciones fuera de nuestro control). Sin embargo, las reacciones pueden ser de igual dimensión sin importar cuál sea el motivo de la frustración.

     En estas líneas vamos a hablar a cerca de esas “pequeñas” frustraciones que pueden causarnos un huracán de emociones y conductas disfuncionales. Aquella dieta que no funciona (a los dos días de empezada) y que nos genera emociones de tristeza profunda, desesperación, ansiedad elevada y que termina por introducirnos en conductas autodestructivas, como comer en exceso, sentir lástima por uno mismo y buscar aislarse de todo y de todos. En general conductas que refuerzan nuestras emociones disfuncionales.


     Otro ejemplo es cuando no logramos obtener la nota deseada en un examen (el primero del ciclo), o cuando estamos realizando alguna manualidad y no resulta como deseamos. Y nuestra reacción ante esa frustración se convierte en agresividad, insultamos al profesor, tiramos la manualidad a la basura o la rompemos.
En fin, todas aquellas conductas disfuncionales que al final no nos ayudan a resolver nuestros problemas y que es posible que, a su vez,  resulten en mayores frustraciones.
Entonces, ¿Cómo podemos ayudarnos a tener una mejor tolerancia a la frustración? 
  • En primer lugar, aceptando y reconociendo cuánta tolerancia a la frustración tenemos. Para esto es necesario tener el coraje de realizar una autoevaluación, bastante objetiva a cerca de nuestras conductas al momento de sentirnos frustrados (lloro, me aíslo, grito, rompo, tiro cosas, etc.)
  • Luego, cuando ya tenemos la lista de conductas coloquémosle nombre a la emoción que genera dicha conducta (tristeza, depresión, cólera, ira).
  • Paso siguiente coloquemos niveles a esa emoción: del 0 al 10, donde 0 es nada y 10 es lo peor que he sentido en mi vida, ¿qué número le pondrías a tu emoción?
  • Una vez realizada la lista de conductas, relacionar conductas con emoción y teniendo conocimiento del nivel de emoción que sentimos, retoma la frustración inicial y pregúntate: ¿Qué fue lo que me hizo sentir frustración?
  • Ante la respuesta a esta pregunta, piensa si tu emoción y conducta ayudaron a mejorar la situación, si resolvieron el problema que te estaba generando la frustración. Si la respuesta es no, entonces viene la pregunta si tu conducta, y por lo tanto la emoción que la generó te causó algún otro inconveniente (si tiraste las cosas hizo que luego tuvieras que limpiar, si lloraste y se te hincharon los ojos o te dolió la cabeza, si el aislarte hizo que perdieras la oportunidad de estar con tu familia o tu pareja, etc.)
  • Cuando ya tengas todas tus respuestas, preséntate este cuestionamiento: ¿Vale la pena sentir esa emoción, en ese nivel y comportarme como me comporté ante la situación frustrante?
  • Y otro cuestionamiento un poco más profundo es ¿Qué dice de mí el equivocarme o que las cosas no salgan como lo planee? ¿Por qué me molesta o me deprime tanto el equivocarme o percibir que me he equivocado? ¿Puedo controlar la situación para no volver a frustrarme o no está bajo mi control? Y aun estando bajo mi control, ¿qué es lo peor que podría pasar si aun así las cosas no se presentan como lo esperé?
    Recordemos que nos estamos centrando en situaciones frustrantes que no afectan nuestras vidas en forma crucial, pero sin embargo sentimos y actuamos como si lo fueran. 

     El poder ayudarnos a controlar y mejorar nuestra tolerancia a la frustración frente a estas situaciones nos ayuda a “entrenar” nuestro pensamiento para obtener una mejor aceptación de nosotros mismos y a su vez poder utilizar lo aprendido para manifestar emociones y conductas funcionales en situaciones similares pero tal vez de mayor envergadura.

15 febrero 2013

Experiencia de Vida...


Un poco de Borges para reflexionar...



Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender...

Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes...y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad. 

Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores. Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... y con cada día uno aprende. Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro, significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado. 

Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas. Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla. Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida. Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes. Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual. Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos! que dejaste ir. Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado. Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer planes. Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas. Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.

Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado,añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado. Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido. Pero desafortunadamente, solo con el tiempo...  
(Aprendiendo, Jorge Luis Borges)


Entendiendo mejor la escencia de los problemas:

Como dice Borges, el tiempo nos ayuda a aprender de nuestras acciones y nos demuestra qué tanto hicimos y qué tanto dejamos de hacer. Y que es el tiempo quien determinará y nos mostrará resultados en nuestra vida.
Borges nos habla de una filosofía de vida que generalmente llega con el tiempo. Los pasos a continuación, son un pequeño aporte para ayudarlos a entender un poco mejor cómo podemos llegar a ese apredizaje aprovechando cada momento de nuestras vidas, a partir de la solución de los problemas que se nos presenten.


  1. Cuando enfrentamos un problema o situación difícil en la vida, la reacción natural del ser humano es identificar que tiene un problema.
  2. La siguiente reacción automática es sentir emociones al respecto. Experimentar las emociones, vivirlas y canalizarlas de manera constructiva es necesario para poder superar dichas situaciones.
  3. Analizar y evaluar nuestra opinión a cerca de lo que está pasando nos ayudará a encontrar una solución, si es viable, o a entender que es mejor dejar pasar las cosas hasta que estas se solucionen por sí mismas.
  4. Parar y contemplar la situación desde afuera. Este ejercicio de contemplación nos ayudará, no sólo a encontrar una solución, si no también a aprender una nueva filosofía para solucionar problemas en el futuro y hacernos reevaluar nuestras prioridades.
A este estado de equilibrio, Lou Marinoff, Ph.D., le llama "entendimiento de la escencia de los problemas" en su libro "Más Platón y menos Prozac".

02 enero 2013

Año Nuevo, Vida Nueva...




El año nuevo trae consigo una serie de rituales: correr alrededor de la manzana con maletas, atragantarse doce uvas al compás de las campanadas, reventar cohetecillos en la puerta de la casa, ponerse ropa de color amarillo o rojo o blanco (depende de lo que se desee), esconderse debajo de la mesa a las 12pm. Y otras excentricidades, pero todas con el fin de que el año que se avecina sea mejor o que nuestros nuevos planes se concreten.

Entonces, la mayoría iniciamos el año con una gran lista de nuevos proyectos, promesas o deseos, que  por alguna razón (a veces mágica) tendrán que cumplirse y así uno inicia el año como nuevo… como si todo lo anterior se desvaneciera a las 12pm e iniciáramos desde cero otra vez.

La verdad es que muy pocas cosas cambian el año siguiente. La mayoría de nuestras promesas y proyectos personales no se cumplen o perdemos la paciencia (o dejamos de perseverar) para seguir intentando. Proponemos que este año nuevo estén menos cargados de promesas y proyectos… pero un poco más centrado en seguir con lo bueno y mejorar lo que no nos gusta, pero no como promesa, como realidad. No se puede cambiar de repente, pero se puede intentar y tenemos toda la vida para hacerlo. No sólo un día al año, o una semana o un mes, si no todo un año y luego el que viene y así sucesivamente.

Relájate un poco este fin de año, aprovecha ahora para intentar mejorar ese ánimo. Disfruta de lo mucho o lo poco que puedas tener. La felicidad a veces no nos acompaña todo el tiempo, todos los días, así que aprovechemos esos breves momentos en los que en verdad logras reírte y soltarte un poco. Si duele reír es porque en verdad hacía mucho que no lo hacías de verdad y era necesario.

Un nuevo año, es una nueva oportunidad, pero no una razón para tener que dejar todo atrás, porque hay cosas que no te dejarán y si no eres consciente de esa realidad podrías decepcionarte del nuevo año y así perder las nuevas oportunidades que se te puedan presentar. La “magia” del año nuevo sólo funciona si haces algo para que funcione.

Así que vive contigo mismo, reconcíliate, perdónate si es necesario y concédete algunos mimos, eso nunca está demás. Pero por sobre todas las cosas, sé realista sobre lo que quieres y necesitas. Tener objetivos y metas es bueno, pero hay que crear un plan para lograrlos.



Nuestro deseo para nuestros lectores es, que este nuevo año esté lleno de oportunidades y soluciones, como todos los años, pero que en este tengamos mayor capacidad de ver esas oportunidades y entender cómo lograr esas soluciones.




En el fondo lo que todo el mundo busca es la felicidad o el camino hacia ella.  A continuación les compartiremos  las conclusiones a las que llega un documental basado en  los últimos avances en la corriente de Psicología Positiva.

1-      Ejercítate: Las personas que hacen ejercicio habitual sin  esperar ningún tipo de recompensa. Logran soltar químicos en su cerebro que nos dan la sensación de felicidad. Cuando hablamos de ejercicio  estamos hablando de cualquier tipo de deporte, baile o actividad física que nos genere placer al mismo tiempo que movimiento.

2-      No le temas al los malos ratos: El cerebro está programado para vivenciar el contraste. Por lo tanto, para  ser capaz de vivir intensamente  el estado mental de felicidad  el cerebro necesita experimentar y conocer lo que es el dolor.

3-      Ser agradecidos con lo bueno de nuestra vida: La vida de las personas que viven felices están llenas de vicisitudes y problemas, la diferencia es que buscan recuperarse más rápido. Esto es algo que las personas que no se consideran felices debemos de aprender.

4-      Mantente conectado con la familia y amigos que  consideres que son tu grupo de suporte: Las personas que se encontraron con más índice de felicidad, en su vida mantienen constante interacción y cooperación durante la cual los niveles de dopamina en el cerebro  se elevan logrando un estado de felicidad más prolongado.

5-      Concéntrate en lo que realmente vale la pena: Las metas de logros monetarios y de estatus producen un efecto contrario a las metas que nos producen satisfacción interna como metas de crecimiento personal. Las metas financieras no  son negativas, pero nuestra felicidad no pueden depender del logro de estas, sino de logros que nos den satisfacción personal y nos ayuden a crecer. Buscar  trascender  y hacer cosas que le den sentido a nuestra vida sin cambiar nuestra esencia.

6-      Sembrado la semilla de la felicidad: Si pensamos que nuestro cerebro no vino programado para ser feliz y hacer todo lo mencionado antes, las buenas noticias es que, los ejercicios de meditación, el ejercicio de la compasión y valores altruistas producen cambios positivos en la estructura de nuestro cerebro y pone las raíces para el crecimiento de la felicidad.

     Es decir, los cimientos de la felicidad están en hacer y apreciar lo que nos gusta, rodeándonos de gente que queremos y sin cambiar nuestra esencia, solo dándole un giro positivo a nuestros objetivos en la vida.

*Si desean mas información de este documental  pueden visitar su página web  oficial : http://www.thehappymovie.com.



"Sé tú mismo, no el que ‘debes’ ser, sino el que realmente eres: un ser complejo hecho de luces y sombras, de sentimientos nobles y a veces no perfectos. No hay nadie que pueda imponerte y marcarte quién debes ser, salvo tú mismo. No hay sentimientos negativos que puedan ser capaces de destruirte por dentro"  
Albert Ellis





28 diciembre 2012

Sobreviviendo a las Fiestas de Fin de Año


No importa qué hayas celebrado: Navidad, Hanukkah, el inicio de una nueva era, la alineación de los planetas, en estas fechas, siempre es igual. En la calle, el trabajo, en la casa, etc., en todos sitios se habla de compartir, de dar, de perdonar… y de otros sentimientos bonitos. Pero la realidad siempre es la misma, para algunos, estas fechas son ideales para deprimirse.  Si conversas con las personas cercanas a ti, te darás cuenta que no todos la pasan bien. Los motivos son diversos, pueden ser el arrepentimiento por lo que hicimos o dejamos de hacer, por los errores, por dejar que se nos pasaran las oportunidades, etc.  También pueden ser por tener a la familia o a alguien querido lejos o fuera de nuestras vidas, por estar lejos de lugares que añoramos o tan solo porque no encontramos a nadie que entienda  nuestro modo de ser o el estado emocional que nos tocó vivir este año. Las personas que no se sienten identificadas con lo que el común de la gente expresa durante las fiestas pueden sentirse excluidas, poco entendidas o incluso criticadas.



Al final, terminamos sintiéndonos solos, a pesar que en muchos casos estamos rodeados de gente, y muchas veces de gente que nos ama.  Generamos culpabilidad, al reconocer que tenemos tantas cosas y personas maravillosas a nuestro alrededor, pero no nos sentimos felices. Entonces nos ponemos la careta de felicidad y mandamos saludos y sonreímos por doquier incluso vía redes sociales, sólo para quedar en lo mismo o después sentirnos peor.

Sabemos que no hemos descrito unas fiestas muy felices como las que muchos pasan, sin embargo parte de ese espíritu de amor y paz es estar al tanto de aquellos que no se sienten bien en las fiestas y que seamos respetuosos con las creencias, no creencias y emociones  que estas fiestas inspiran en cada persona. Los valores de amistad,  la aceptación  y  ver las necesidades sea materiales o emocionales de otros son valores intrínsecos en el ser humano.

¿Cómo sobrevivir a este tipo de situaciones si eres tú el que pasa mal las fiestas de fin de año o te tocó pasar mal ésta en particular?:

Auto-aceptación: Acepta que en este momento de tu vida no te causa gozo  el compartir estas fiestas como el resto de la población mundial y reconcíliate con la idea.

Mira a tú alrededor: Hay más gente que pasa por lo mismo y se pone la careta de la felicidad para no arruinarles las fiestas al resto. Así que no te sientas solo.

Se generoso contigo mismo: Aprovecha para regalarte lo que necesites no nos referimos necesariamente de regalos materiales, si no a lo que realmente se predica en estos tiempos.
  • Si necesitas cariño acepta las muestras de cariño de la gente que te rodea.
  • Si necesitas estar solo, date un tiempo en medio de tanta reunión para estar contigo mismo y poner tu mente en claro.
  • Si necesitas  dejar el estrés de lado, procura no agobiarte con compras y no te entregues al tráfico de la ciudad innecesariamente.
  • Si te sientes deprimida (o), aléjate del alcohol. No es la mejor compañía y lo más probable es que te sientas aún peor.
  • Si te hace sentir peor estar en reuniones constantes, elije tener fiestas más privadas con tus seres queridos, amigos cercanos o con gente que con la que no tengas que fingir.

Se generoso con la comunidad: Si crees que lo que necesitas es salir de tu ensimismamiento, prueba realizar algún trabajo comunitario de la causa social que te llame más la atención.  A veces necesitamos acompañarnos en el dolor o envolvernos con los valores que se promueven  de manera directa

¿Como ayudar a alguien cercano a sobrevivir las fiestas?
  • Acéptalo y acepta que no todos somos iguales. Ese único gesto puede ayudar a mucha gente.
  • Procura no juzgar o criticar  si alguien decide festejar las fiestas de manera diferente o prefiere retirarse temprano de las reuniones.
  • Ponte en los zapatos del otro y evita decir clichés tratando de animarlos. A veces la compañía silenciosa o tan solo hablar de temas neutros ayuda a distraer a una persona que puede estar pasándola mal o tan solo no está con ánimo festivo.

El 25 de Diciembre ya pasó y tenemos una nueva oportunidad en el 2013. Tomemos control de lo que queremos hacer sin obligar a los que nos rodean a seguirnos y aceptando la opción de cada persona. Los días festivos de fin de año nos dan oportunidades de crear nuestras propias tradiciones, nuestros propios ritos, descansar o juntarnos con gente querida. Aprovechemos el momento para hacer un alto en la rutina y recapitular, no hagamos las cosas mecánicamente si le damos sentido a estos días incluso la tristeza toma otro sabor. Dejemos las quejas de lado y optemos por buscar soluciones. En la vida las oportunidades no acaban e incluso los malos momentos son oportunidades para aprender. 

“Las tristezas no se quedan para siempre cuando caminamos en dirección a lo que siempre deseamos.”
Paulo Coelho 

20 diciembre 2012

Consejos Para Manejar El Estres Laboral




¿Por qué sigo trabajando aquí? Alguna vez se han hecho esa pregunta? Personalmente me la he hecho algunas veces, suele pasar cuando he perdido la motivación por lo que hago, cuando mi trabajo se ha vuelto monótono, totalmente operativo y/o automático. ¿Qué hacer en esos casos? Empecemos analizando que fue en primer lugar lo que nos atrajo a esta oportunidad laboral. Pudo haber sido el ambiente, el sueldo, tal vez  porque fue la única opción o porque era exactamente lo que quería hacer en ese momento. Pues bien, no es novedad que la vida es cambiante y con ella el ser humano. Uno madura, crece, las expectativas se agrandan al igual que nuestras necesidades económicas y de crecimiento laboral o profesional, incluso nuestros gustos cambian al madurar y lo que antes se nos hacía divertido puede convertirse en monótono.

Si todos estos cambios han ocurrido en nuestras vidas, ¿qué es lo que nos inmoviliza en el mismo lugar laboral? Muchos dirán la recesión, otros la escasez de trabajo y por lo tanto se da por hecho  el fracaso inminente en la búsqueda de  un nuevo puesto. Cuando uno se queda sin soluciones para resolver un problema, no es un tema del ambiente que nos rodea, es un tema de motivación a buscar salidas. Por lo tanto lo primero que recomendamos es aclarar lo que nos motiva para alcanzar éxito laboral, pregúntate a ti mismo como te ves en 5 años. Por ejemplo:

- Con mucho dinero y propiedades. (Meta de fondo es de tipo financiera)
- Ver a nuestros hijos  con buena educación y seguros. (Meta de fondo es de tipo familiar)
- Trabajar en un lugar sin stress. (Meta de fondo es emocional)
- Cambiar de ambiente o status social. (Meta es de tipo social)  
               
Nuestros deseos para el futuro se ven reflejados por las prioridades que tenemos en la vida, las cuales son opciones personales. Después de tener en claro lo que nos motiva en nuestra vida el trabajo sólo se convierte en un medio para lograr nuestras metas, por lo tanto lo primero que tenemos que plantear es una meta.
Stephen Covey en su libro “7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva” propone trabajar en tres dimensiones personales: Nuestro deseo, conocimiento y capacidades. Basado en esto y sabiendo que es lo que deseamos lograr en cinco años, es decir nuestra meta, proponemos los siguientes pasos para lograrlo.

Pasos para llegar a la meta propuesta:
1      Pregúntate si tu meta es realista o viable, si no replantéatela.
2       Plantear tres objetivos a corto plazo que te van a ayudar a alcanzar tu meta.
3      Analizar y hacer una lista de los conocimientos y habilidades que podemos usar para alcanzar estos objetivos.
4      Trazar el plan de cómo lograrlos usando estos conocimientos y habilidades.
5      Ser proactivo en el seguimiento de este plan. Si es necesario escríbelo y ponle fechas límites  para el cumplimento de cada objetivo a modo de generar mayor motivación.

Después de realizar este plan, analiza porque hasta ahora no se te había ocurrido. Pregúntate cuáles son los miedos que no te dejaron empezar a planear. Por ejemplo, el miedo al rechazo durante una entrevista de trabajo, el miedo a adaptarte a un nuevo ambiente, el temor a quedarte sin ningún trabajo, o el miedo a no dar la talla en un mejor puesto. Si te das cuenta, la mayoría de miedos están relacionados al valor que tú mismo le das a tus capacidades. La inseguridad de uno mismo y de nuestra respuesta a nuevos retos está basada en una percepción errónea acerca de nosotros mismos en el ámbito laboral e incluso en el personal.
Esta sensación de estar atrapado en un lugar de trabajo es decir de no tener más opciones, causa mucho estrés el cual puede traducirse en  la baja autoestima que se experimenta en la situación de desmotivación laboral. Esto se convierte en un círculo vicioso en el cual el stress hace que se activen desmedidamente el cortisol y adrenalina en el cerebro ocasionando dificultades en la memoria, lo cual tiende a aumentar la frustración con nosotros mismos haciendo que baje la autoestima y a su vez que nuestras inseguridades se refuercen;  como lo demostró las investigaciones de Sabrina Kuhlmann en la Universidad de Dusseldorf- Alemania en el 2005. Lo que proponemos es que salgas del círculo vicioso dejando de lamentar tu situación y buscando formas para lograr tus objetivos laborales. El solo proceso creativo de planear va a generar satisfacción a tu cerebro, haciéndote experimentar cierta relajación temporal. Mientras más repitas este proceso creativo estarás no solo alimentando tu motivación si no  manejando tu stress de una manera positiva y usándolo para un propósito mayor.

Algunas técnicas sencillas para manejar el estrés que puede presentarse durante este proceso de planeamiento o para cualquier tipo de estrés cotidiano:

1      Respirar lento: En momentos de estrés el cuerpo reacciona como si estuviera frente a un peligro inminente y se activa el proceso para afrontar un ataque o huida, por lo cual el sistema nervioso automáticamente reacciona acelerando la respiración y los latidos cardiacos. Sin embargo, en un caso de estrés en el trabajo se  necesita serenidad para pensar y evitar el cansancio y desgaste post estrés. Por lo tanto es necesario que la persona tome control de la situación equiparable al estar en un lugar seguro, lo cual producirá una sensación de relajación, normalizando la frecuencia de los latidos del corazón y la presión sanguínea; respirare lento y profundo unas tres veces, meditar o rezar puede ayudar a lograr mayor control sobre nuestro cuerpo y permitir un afrontamiento adecuado del problema que se nos presente.

2      Tener presente que el estrés cambia la química de la sangre y produce un desbalance químico en el cuerpo que, sumado a algunos malos hábitos emocionales, pueden llevar a comer en exceso y a su vez ocasionar otros problemas físicos. Bruce Mc Ewen, neuroendocrinólogo de la Universidad de Rockefeller,  encontró relación entre el Síndrome de Estrés Post Traumático (EPT), Síndrome de Burnout, Síndrome de Fatiga Crónica y Fibromialgia. Por lo tanto es importante que se tomen medidas  necesarias para controlar el estrés.

3      Tomar vacaciones o tomar un viaje de fin de semana. Estudios comprueban que cambiar de escenario ayuda a ver los problemas cotidianos desde otra perspectiva.

4      Hacer amigos, el aislamiento social solo incrementa el estrés.

5      Hacer ejercicio regularmente aparte de proteger al corazón, entrena la agilidad del cerebro para adaptarse a situaciones nuevas.

6      Comer verduras y fruta regularmente,  ya que éstas contienen antioxidantes que ayudan a mantener el balance químico que necesita el cuerpo en momentos de estrés.

7      Dormir temprano. Un sueño irregular incrementa los efectos del estrés en el cuerpo, incrementando el riesgo de un ataque cardíaco en el futuro.

8      Si el trabajo no te satisface y aun no lo puedes cambiar, busca un pasatiempo que te guste y que te pueda relajar en el tiempo libre o participar de una asociación benéfica o comunitaria.

La clave del exito es mantener una actitud flexible y adaptable ante cualquier situacion. Se vale cambiar de metas o de objetivos despues de un analizar nuestras posibilidades de manera realista. Lo que no se vale es tirar la tohalla a la primera dificultad.

“Trabajar para ganarse la vida está bien pero… ¿por qué esa vida que uno se gana trabajando tiene que desperdiciarla trabajando para ganarse la vida?”

Miguelito-Joaquín Salvador Lavado “QUINO