El año nuevo trae consigo una
serie de rituales: correr alrededor de la manzana con maletas, atragantarse
doce uvas al compás de las campanadas, reventar cohetecillos en la puerta de la
casa, ponerse ropa de color amarillo o rojo o blanco (depende de lo que se
desee), esconderse debajo de la mesa a las 12pm. Y otras excentricidades, pero
todas con el fin de que el año que se avecina sea mejor o que nuestros nuevos
planes se concreten.
Entonces, la mayoría iniciamos el
año con una gran lista de nuevos proyectos, promesas o deseos, que por alguna razón (a veces mágica) tendrán que
cumplirse y así uno inicia el año como nuevo… como si todo lo anterior se
desvaneciera a las 12pm e iniciáramos desde cero otra vez.
La verdad es que muy pocas cosas
cambian el año siguiente. La mayoría de nuestras promesas y proyectos
personales no se cumplen o perdemos la paciencia (o dejamos de perseverar) para
seguir intentando. Proponemos que este año nuevo
estén menos cargados de promesas y proyectos… pero un poco más centrado en
seguir con lo bueno y mejorar lo que no nos gusta, pero no como promesa, como
realidad. No se puede cambiar de repente, pero se puede intentar y tenemos toda
la vida para hacerlo. No sólo un día al año, o una semana o un mes, si no todo
un año y luego el que viene y así sucesivamente.
Relájate un poco este fin de año,
aprovecha ahora para intentar mejorar ese ánimo. Disfruta de lo mucho o lo poco
que puedas tener. La felicidad a veces no nos acompaña todo el tiempo, todos
los días, así que aprovechemos esos breves momentos en los que en verdad logras
reírte y soltarte un poco. Si duele reír es porque en verdad hacía mucho que no
lo hacías de verdad y era necesario.
Un nuevo año, es una nueva
oportunidad, pero no una razón para tener que dejar todo atrás, porque hay
cosas que no te dejarán y si no eres consciente de esa realidad podrías
decepcionarte del nuevo año y así perder las nuevas oportunidades que
se te puedan presentar. La “magia” del año nuevo sólo funciona si haces algo
para que funcione.
Así que vive contigo mismo,
reconcíliate, perdónate si es necesario y concédete algunos mimos, eso nunca
está demás. Pero por sobre todas las cosas, sé realista sobre lo que quieres y
necesitas. Tener objetivos y metas es bueno, pero hay que crear un plan para
lograrlos.
Nuestro deseo para nuestros
lectores es, que este nuevo año esté lleno de oportunidades y soluciones, como
todos los años, pero que en este tengamos mayor capacidad de ver esas
oportunidades y entender cómo lograr esas soluciones.
En el fondo lo que todo el mundo
busca es la felicidad o el camino hacia ella. A continuación les compartiremos las conclusiones a las que llega un
documental basado en los últimos avances
en la corriente de Psicología Positiva.
1- Ejercítate:
Las personas que hacen ejercicio habitual sin
esperar ningún tipo de recompensa. Logran soltar químicos en su cerebro
que nos dan la sensación de felicidad. Cuando hablamos de ejercicio estamos hablando de cualquier tipo de
deporte, baile o actividad física que nos genere placer al mismo tiempo que
movimiento.
2- No le temas al los malos ratos: El cerebro está programado para vivenciar el contraste. Por lo tanto, para ser capaz de vivir intensamente el estado mental de felicidad el cerebro necesita experimentar y conocer lo que es el dolor.
3- Ser agradecidos con lo bueno de nuestra vida: La vida de las personas que viven felices están llenas de vicisitudes y problemas, la diferencia es que buscan recuperarse más rápido. Esto es algo que las personas que no se consideran felices debemos de aprender.
4- Mantente conectado con la familia y amigos que consideres que son tu grupo de suporte: Las personas que se encontraron con más índice de felicidad, en su vida mantienen constante interacción y cooperación durante la cual los niveles de dopamina en el cerebro se elevan logrando un estado de felicidad más prolongado.
5- Concéntrate en lo que realmente vale la pena: Las metas de logros monetarios y de estatus producen un efecto contrario a las metas que nos producen satisfacción interna como metas de crecimiento personal. Las metas financieras no son negativas, pero nuestra felicidad no pueden depender del logro de estas, sino de logros que nos den satisfacción personal y nos ayuden a crecer. Buscar trascender y hacer cosas que le den sentido a nuestra vida sin cambiar nuestra esencia.
6- Sembrado la semilla de la felicidad: Si pensamos que nuestro cerebro no vino programado para ser feliz y hacer todo lo mencionado antes, las buenas noticias es que, los ejercicios de meditación, el ejercicio de la compasión y valores altruistas producen cambios positivos en la estructura de nuestro cerebro y pone las raíces para el crecimiento de la felicidad.
Es decir, los
cimientos de la felicidad están en hacer y apreciar lo que nos gusta,
rodeándonos de gente que queremos y sin cambiar nuestra esencia, solo dándole
un giro positivo a nuestros objetivos en la vida.
*Si desean mas información de este documental pueden visitar su página web oficial : http://www.thehappymovie.com.
"Sé tú mismo, no el que ‘debes’ ser, sino el que realmente eres: un ser complejo hecho de luces y sombras, de sentimientos nobles y a veces no perfectos. No hay nadie que pueda imponerte y marcarte quién debes ser, salvo tú mismo. No hay sentimientos negativos que puedan ser capaces de destruirte por dentro"
Albert Ellis
Albert Ellis
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