No
importa qué hayas celebrado: Navidad, Hanukkah, el inicio de una nueva era, la
alineación de los planetas, en estas fechas, siempre es igual. En la calle, el
trabajo, en la casa, etc., en todos sitios se habla de compartir, de dar, de
perdonar… y de otros sentimientos bonitos. Pero la realidad siempre es la
misma, para algunos, estas fechas son ideales para deprimirse. Si
conversas con las personas cercanas a ti, te darás cuenta que no todos la pasan
bien. Los motivos son diversos, pueden ser el arrepentimiento por lo que
hicimos o dejamos de hacer, por los errores, por dejar que se nos pasaran las
oportunidades, etc. También pueden ser por tener a la familia o a alguien
querido lejos o fuera de nuestras vidas, por estar lejos de lugares que
añoramos o tan solo porque no encontramos a nadie que entienda nuestro
modo de ser o el estado emocional que nos tocó vivir este año. Las personas que
no se sienten identificadas con lo que el común de la gente expresa durante las
fiestas pueden sentirse excluidas, poco entendidas o incluso criticadas.
Al final, terminamos
sintiéndonos solos, a pesar que en muchos casos estamos rodeados de gente, y
muchas veces de gente que nos ama. Generamos culpabilidad, al reconocer
que tenemos tantas cosas y personas maravillosas a nuestro alrededor, pero no
nos sentimos felices. Entonces nos ponemos la careta de felicidad y mandamos
saludos y sonreímos por doquier incluso vía redes sociales, sólo para quedar en
lo mismo o después sentirnos peor.
Sabemos que no hemos descrito unas fiestas muy
felices como las que muchos pasan, sin embargo parte de ese espíritu de amor y
paz es estar al tanto de aquellos que no se sienten bien en las fiestas y que
seamos respetuosos con las creencias, no creencias y emociones que estas
fiestas inspiran en cada persona. Los valores de amistad, la
aceptación y ver las necesidades sea materiales o emocionales de
otros son valores intrínsecos en el ser humano.
¿Cómo sobrevivir a este tipo de situaciones si
eres tú el que pasa mal las fiestas de fin de año o te tocó pasar mal ésta en
particular?:
Auto-aceptación: Acepta que en este momento de tu
vida no te causa gozo el compartir estas fiestas como el resto de la
población mundial y reconcíliate con la idea.
Mira a tú alrededor: Hay más gente que pasa por
lo mismo y se pone la careta de la felicidad para no arruinarles las fiestas al
resto. Así que no te sientas solo.
Se generoso contigo mismo: Aprovecha para
regalarte lo que necesites no nos referimos necesariamente de regalos
materiales, si no a lo que realmente se predica en estos tiempos.
- Si necesitas cariño acepta las muestras de cariño de la gente que te rodea.
- Si necesitas estar solo, date un tiempo en medio de tanta reunión para estar contigo mismo y poner tu mente en claro.
- Si necesitas dejar el estrés de lado, procura no agobiarte con compras y no te entregues al tráfico de la ciudad innecesariamente.
- Si te sientes deprimida (o), aléjate del alcohol. No es la mejor compañía y lo más probable es que te sientas aún peor.
- Si te hace sentir peor estar en reuniones constantes, elije tener fiestas más privadas con tus seres queridos, amigos cercanos o con gente que con la que no tengas que fingir.
Se generoso con la comunidad: Si crees que lo que
necesitas es salir de tu ensimismamiento, prueba realizar algún trabajo
comunitario de la causa social que te llame más la atención. A veces
necesitamos acompañarnos en el dolor o envolvernos con los valores que se
promueven de manera directa
¿Como ayudar a alguien cercano a sobrevivir
las fiestas?
- Acéptalo y acepta que no todos somos iguales. Ese único gesto puede ayudar a mucha gente.
- Procura no juzgar o criticar si alguien decide festejar las fiestas de manera diferente o prefiere retirarse temprano de las reuniones.
- Ponte en los zapatos del otro y evita decir clichés tratando de animarlos. A veces la compañía silenciosa o tan solo hablar de temas neutros ayuda a distraer a una persona que puede estar pasándola mal o tan solo no está con ánimo festivo.
El 25 de Diciembre ya pasó y tenemos una
nueva oportunidad en el 2013. Tomemos control de lo que queremos hacer sin
obligar a los que nos rodean a seguirnos y aceptando la opción de cada persona.
Los días festivos de fin de año nos dan oportunidades de crear nuestras propias
tradiciones, nuestros propios ritos, descansar o juntarnos con gente querida.
Aprovechemos el momento para hacer un alto en la rutina y recapitular, no
hagamos las cosas mecánicamente si le damos sentido a estos días incluso la
tristeza toma otro sabor. Dejemos las quejas de lado y optemos por buscar
soluciones. En la vida las oportunidades no acaban e incluso los malos momentos
son oportunidades para aprender.
“Las tristezas no se quedan para siempre
cuando caminamos en dirección a lo que siempre deseamos.”
Paulo Coelho
Paulo Coelho
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